Por María de los Ángeles Polo Vega
El 30 de julio en Cuba se rinde tributo a todos los mártires de la Revolución, porque en fecha como esta, del año 1957 resultó asesinado por esbirros de la tiranía de Fulgencio Batista, el valeroso combatiente Frank País García, nuestro queridísimo Frank.
Era Frank, el Feje Nacional de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio, el joven que al ser asesinado con sólo 23 años de edad, paralizó a todo un país cuando se supo la noticia.
Era Frank el carácter, la inteligencia, la integridad misma, al decir de Fidel, quien calificó a sus asesinos de monstruos y agregó: ” No sospecha siquiera el pueblo de Cuba quién era Frank País, lo que había en él de grande y prometedor”.
Era Frank, el joven apasionado y tierno, el hijo ejemplar y cariñoso, el combatiente audaz, el líder querido y admirado por todos.
Maestro por vocación sorprendió a quienes lo suponían heredero legítimo de la vocación pastoral de su padre, fundador de las primeras misiones evangélicas en la isla y pastor de la Primera Iglesia Bautista de Santiago de Cuba.
Cuentan quienes le conocieron que desde muy niño era no sólo el pianista de aquella congregación o el maestro de niños en las escuelas dominicales, sino que predicaba la palabra con una pasión, nacida en las más profundas convicciones cristianas, por eso todos daban por sentado que el mayor de los varones País sería pastor igual que don Francisco, su padre.
La iglesia lo necesitaba, pero la patria también lo necesitaba y a esta última causa se entregó como solo lo hacen los verdaderos apóstoles.
Se entregó a Cuba en cuerpo y alma, dedicándole inteligencia, vigor, fogosidad, capacidad de organización cualidades con las que impregnaba cada uno de sus actos.
Frank como cualquier joven de su edad, amaba los deportes, la acción, la compañía de los amigos, de las novias, además de ser un apasionado de la lectura, de amar entrañablemente a Martí y como a su héroe, le gustaba también, disfrutar de la música, de la pintura, y escribir poemas.
El más conocido de todos es sin lugar a dudas el que escribiera tras la muerte de su hermano Josué, su niño querido, que con sólo 19 años, exactamente un mes antes, el 30 de junio de 1957, fue asesinado en las calles santiagueras.
Nervio de hombre en cuerpo joven
coraje y valor en cuerpo acerado
ojos profundos y soñadores
cariño profundo y apasionado
(…) Estaba entre los héroes su destino
vivió con el honor de su conciencia
fue su camino el del martirio
rebelde anduvo por la senda estrecha (…)
Cuánto sufro el no haber sido
el que cayera a tu lado,
hermano, !hermano mío!
qué sólo me dejas
rumiando mis penas sordas,
llorando tu ausencia.
Pero este emotivo poema no fue el único escrito por Frank, según sus biógrafos se conserva uno escrito a la temprana edad de 12 años, que él tituló Noche Guajira, se trata de una prosa poética donde le canta a la tierra, a las estrellas, a la luna, y también como Martí, al arroyo de la Sierra.
Otro de los poemas suyos que se conservan, se titula Dulce sombra, y en él, Frank nos muestra el despertar del adolescente ante el sentimiento del amor:
Dulce sombra lejana y tan querida,
sin vida o insensible a mis deseos,
te antepondrá mi corazón, tal creo
a las vivientes sombras de mi vida (…)
En su breve obra poética encontramos también otros textos de temas religiosos, tal es el caso de Arrepentimiento, cargado de tal intensidad y belleza que nos remite a los salmos del rey David, en el que, con las palabras del hijo pródigo, viene arrepentido ante el Padre:
Dios mío, Dios mío,
Cuánto mal he hecho,
He pecado contra el cielo y contra ti.
Muchas veces te he negado
Traidoramente,
Siento en mi alma la desesperación (…)
Y ese mal se ha aglomerado
Presionándome la vida;
(…) y he sido sordo a tu llamar.
Me has hecho misericordia
Y te he cerrado más el corazón
¿Tendrás piedad de mí, oh Dios?
¿Me darás una oportunidad más?
Todos los poemas de Frank País García son textos cargados de belleza, de pasión, de ideas, de dolores profundos.
Son los poemas de un joven que hubiera podido llegar a ser un gran escritor, pero que escogió otro camino para alcanzar la inmortalidad, el suyo fue el camino de la lucha por alcanzar la libertad de la Patria y a ella, se consagró con la pasión, la vocación y la maestría de los verdaderos artistas.
El 30 de julio, en Cuba, junto al inolvidable de Frank País García o a su amigo Raúl Pujol Arencibia, ametrallados en el Callejón del Muro, en aquella ciudad que le vio nacer, rendimos tributo este día, a todos los que pospusieron sus sueños en aras de la obra mayor.
Es esta una fecha devenida en símbolo del martirologio cubano.