Archivo | enero 2012

25 January, 2012 16:47

Jornadas de homenajes y profundas emociones.

Por María de los Ángeles Polo.

El 26 de enero de 1948 el periodista cubano Guido García Inclán adquiere las emisoras COCO y CMCK, pertenecientes a la Compañía Radio Difusora COCO y dos días más tarde, el 28 de enero de ese propio año, estrenaba para la audiencia El Periódico del Aire, una institución de periodistas al servicio del pueblo cubano.

Profundamente martiano como era, Guido libraba por aquel entonces una tesonera batalla para obtener una tumba digna para el Apóstol en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba y El periódico del Aire sería a partir de ese momento la más digna tribuna para tales propósitos.

Por sus micrófonos desfiló a partir de ese momento una pléyade de jóvenes interesados en mantener viva la memoria del maestro: Fidel Castro, Juan Manuel Márquez, Juan Marinello son algunos de los que ahora desfilan por mi memoria.

Lo cierto es que el espíritu revolucionario y martiano de Guido y de todos aquellos valerosos patriotas que encontraron siempre en esta emisora, la tribuna ideal para defender los más nobles ideales del pueblo cubano, se mantiene vivo en un colectivo de profesionales de la palabra que han convertido aquel legado en su razón de ser, porque la COCO-CMCK El periódico del Aire seguirá siendo siempre una institución de periodistas al servicio del pueblo cubano.

Su salida al aire por vez primera un 28 de enero no fue una casualidad y cada año para esta fecha, múltiples son las acciones que realiza su colectivo de trabajadores para rendir tributo a la memoria del Apóstol y de su director histórico, nuestro entrañable Guido García Inclán.

Este año, por ejemplo, tuvimos el privilegio inmenso de celebrar nuestro balance anual en otro sitio que fue fundado otro 28 de enero, pero de 1952, La Fragua Martiana, monumento erigido por el pueblo en las propias canteras de San Lázaro, donde el joven Martí era obligado a trabajar con un grillete en el tobillo durante largas y agotadoras jornadas.

En ese mismo sitio el adolescente Martí escribió. “El orgullo con que agito estas cadenas valdrán más que todas las glorias futuras”.

Y allí, donde se respira el espíritu martiano, los trabajadores de la COCO, analizamos el trabajo del año anterior y proyectamos todo lo que haremos para este recién iniciado.

Allí recordamos al Guido periodista y martiano, al director eterno de la COCO y a su hija mayor, presente entre nosotros, se le entregó un hermoso ramo de flores.

También allí recibimos, una réplica de aquel tabaco que hecho por un tabaquero cubano exiliado en Tampa, traía a la isla la orden martiana del inicio de la guerra necesaria.

Estos son días de homenaje, pero también de profundas emociones, que hoy me he propuesto compartir desde aquí con todos ustedes, junto con algunas de las imágenes tomadas en el lugar.

Galeano, un eterno seductor.

Por María de los Ángeles Polo Vega

El intelectual uruguayo Eduardo Galeano está por estos días compartiendo con sus lectores en Cuba, esos que siempre hemos admirado al autor de Las venas abiertas de América Latina, Memorias del Fuego; Espejos, una historia casi universal y El libro de los Abrazos, una obra inolvidable, llena de ironía, gracia y belleza, donde el autor juega todas sus cartas por el hombre y su dignidad.

¿ Prosas poéticas?,¿ poemas en prosa? Soy incapaz de definirlos.

Solo sé que su autor es un seductor incorregible que nos enamora con palabras.

Algunos de esos abrazos suyos son los que hoy yo comparto contigo:

El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

El mundo es eso- reveló-.Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. NO hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno que ni se entera del viento y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Otro de sus fabulosos abrazos está en Definición del Arte.

Portinari no está- decía Portinari. Por un instante asomaba la nariz, daba un portazo y desaparecía.

Eran los años 30, años de cacería de rojos en Brasil, y Portinari se había exiliado en Montevideo.

Iván Kmaid no era de esos años, ni de ese lugar; pero mucho después, él se asomó por los agujeritos de la cortina del tiempo y me contó lo que vio:

Cándido Portinari pintaba de la mañana a la noche, y de noche también.

-Portinari no está-decía.

En aquel entonces, los intelectuales comunistas del Uruguay iban a tomar posición ante el realismo socialista y pedían la opinión del prestigioso camarada.

.-Sabemos que usted no está, maestro-le dijeron , y le suplicaron:

-Pero, ¿ no nos permitiría un momento. Un momentito. Y le plantearon el asunto.

-Yo no sé- dijo Portinari.

Y dijo:

-Lo único que yo sé, es esto: el arte es arte, o es mierda.

De su libro de Los espejos, ese del que que ha compartido por estos días fragmentos con los lectores cubanos , también quiero ilustrarlo con solo este pasaje que se titula :

Fidel

Sus enemigos dicen que fue rey sin corona y que confundía la unidad con la unanimidad.

Y en eso sus enemigos tienen razón.

Sus enemigos dicen que si Napoleón hubiera tenido un diario como el «Granma», ningún francés se habría enterado del desastre de Waterloo.

Y en eso sus enemigos tienen razón.

Sus enemigos dicen que ejerció el poder hablando mucho y escuchando poco, porque estaba más acostumbrado a los ecos que a las voces.

Y en eso sus enemigos tienen razón.

Pero sus enemigos no dicen que no fue por posar para la Historia que puso el pecho a las balas cuando vino la invasión, que enfrentó a los huracanes de igual a igual, de huracán a huracán, que sobrevivió a seiscientos treinta y siete atentados, que su contagiosa energía fue decisiva para convertir una colonia en patria y que no fue por hechizo de Mandinga ni por milagro de Dios que esa nueva patria pudo sobrevivir a diez presidentes de los Estados Unidos, que tenían puesta la servilleta para almorzarla con cuchillo y tenedor.

Y sus enemigos no dicen que Cuba es un raro país que no compite en la Copa Mundial del Felpudo.

Y no dicen que esta revolución, crecida en el castigo, es lo que pudo ser y no lo que quiso ser. Ni dicen que en gran medida el muro entre el deseo y la realidad fue haciéndose más alto y más ancho gracias al bloqueo imperial, que ahogó el desarrollo de una democracia a la cubana, obligó a la militarización de la sociedad y otorgó a la burocracia, que para cada solución tiene un problema, las coartadas que necesita para justificarse y perpetuarse.

Y no dicen que a pesar de todos los pesares, a pesar de las agresiones de afuera y de las arbitrariedades de adentro, esta isla sufrida pero porfiadamente alegre ha generado la sociedad latinoamericana menos injusta.

Y sus enemigos no dicen que esa hazaña fue obra del sacrificio de su pueblo, pero también fue obra de la tozuda voluntad y el anticuado sentido del honor de este caballero que siempre se batió por los perdedores, como aquel famoso colega suyo de los campos de Castilla.

Recuperado documento original de la Constitución de Guaimaro

El original de la Constitución de Guaimaro, valioso documento que se consideraba extraviado para la historiografía nacional casi desde los mismos inicios de la contienda independentista del siglo XIX, fue entregado recientemente al patrimonio público.
El anuncio lo hizo el doctor Eusebio Leal, historiador de la Habana,quien confirmó la autenticidad del documento, estructurado en 29 apartados y que constituye la primera de las tres cartas magnas mambisas que rigieron la República en Armas a lo largo de las guerras independentistas.
Este original presenta el escudo de Cuba, un sello de agua y la firma de los protagonistas, en primer lugar la de Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de la lucha.
El historiador agradeció a los proveedores la entrega del valioso documento, rubricado el 10 de abril de 1869, a escasos seis meses de iniciadas las hostilidades contra el colonialismo español.