Archivo | abril 2013

Hugo Chávez también es poeta

Por María de los Ángeles Polo

El pasado 5 de marzo, cuando el mundo conocía la triste noticia de la desaparición física del presidente venezolano Hugo Rafael Chávez Frías, el diario La República publicaba un poema escrito por él, a la luz de una vela, en su Sabaneta natal, en el mes de enero de 1982, el día que enterraban a su abuela Rosa Inés, .
Conmovedor poema que fue encontrado en su papelería por los periodistas cubanos Rosa Miriam Elizalde y Luis Báez cuando trabajaban en la preparación del libro Chávez Nuestro, emblemática biografía del líder bolivariano, publicada hace algunos años en nuestro país.
Ayer, al cumplirse el primer mes de aquel fatídico día, los pueblos en todo el mundo, le rendían tributo a su memoria.
Esta noche, artistas cubanos, en la Habana, le realizarán una cantata homenaje en el teatro Lázaro Peña de la Central de Trabajadores de Cuba,, cuando aún el dolor nos estremece, al comprender que el valiente guerrero ya no estará entre nosotros, por ello, quiero compartir con todos este poema que al decir tan suyo, le salió de un tirón, y que fue, una especie de juramento ante Rosa Inés, una memoria para él sagrada:
Quizás algún día,
mi vieja querida,
dirija mis pasos
hacia tu recinto.

Con los brazos en alto
y con alborozo
coloque en tu tumba
una gran corona
de verdes laureles.
Sería mi victoria,
sería tu victoria,
y la de tu pueblo
y la de tu historia.

Y entonces,
por la Madre Vieja
volverán las aguas
del río Boconó,
como en otros tiempos
tus campos regó,
y por sus riberas
se oirá el canto alegre
de tu cristofué
y el suave trinar
de tus azulejos
y la clara risa
de tu loro viejo.

Y entonces,
en tu casa vieja
tus blancas palomas
el vuelo alzarán.

Y bajo el matapalo
ladrará Guardián,
y crecerá el almendro
junto al naranjal.

Y también el ciruelo
junto al topochal
y los mandarinos junto a tu piñal
y enrojecerá
el semeruco
junto a tu rosal
y crecerá la paja
bajo tu maizal

Y entonces,
la sonrisa alegre
de tu rostro ausente,
llenará de luces
este llano caliente
y un gran cabalgar
saldrá de repente.

Y vendrán los federales
con Zamora al frente,
y el catire Páez
con sus mil valientes,
las guerillas de Maisanta
con toda su gente.

O quizá nunca, mi vieja,
llegue tanta dicha
por este lugar

Y entonces,
solamente entonces,
al fin de mi vida,
yo vendría a buscarte,
Mamá Rosa mía,
llegaría a la tumba
y la regaría
con sudor y sangre,
y hallaría consuelo
en tu amor de madre
y te contaría
de mis desengaños
entre los mortales

Entonces,
abrirías tus brazos
y me abrazarías
cual tiempo de infante
y me arrullarías
con tu tierno canto
y me llevarías
por otros lugares
a lanzar un grito
que nunca se apague.

¡Un nuevo patrimonio cultural tiene la nación cubana!

Por María de los Ángeles Polo
La lectura de tabaquería, una tradición que nació en la isla en el siglo XIX ha sido declarada como patrimonio cultural de la nación como un paso más en la aspiración de que la UNESCO la reconozca como patrimonio intangible de toda la humanidad.
Cuentan que la iniciativa partió del poeta y periodista Saturnino Martínez, quien propuso por allá por los años de 1860 que diariamente se les leyera la prensa, como recurso de entretenimiento, a estos manufactureros y poco tiempo después fue ampliándose entonces a importantes autores de la literatura universal.
¿El propósito?, elevar el nivel cultural de estos hombres y mujeres a la vez que elevaban también su conciencia social y adquirían concepciones nuevas de lo que realmente significaban la patria, la independencia, la soberanía y la dignidad humanas.
Se afirma que el primer periódico escogido para estas lecturas fue La Aurora, la primera tabaquería El Fígaro, situada en la convergencia de las calles Sitios y Ángeles en la Habana, que contaba entonces con unos 300 torcedores, y la fecha inaugural, la del 21 de diciembre de 1865.
Largo y tortuoso fue desde entonces el camino, pero lleno de belleza e historia para estos dignos cubanos que en Cuba o le emigración, trabajaron, como dijera Martí ?con la mesa de pensar al lado de la de ganarse el pan?.
Gracias a estas lecturas el tabaquero consiguió destacarse sobre el resto del proletariado cubano, sirviéndole a estos de mentor y guía cuando el movimiento emancipador alboreaba en Cuba.
Durante la etapa republicana, los tabaqueros cubanos supieron mantenerse fieles a su legado y estaban siempre entre los primeros, ya sea llenando las aulas de la universidad popular José Martí, pues eran ávidos lectores de todos los manifiestos estudiantiles salidos de la imprenta de la Federación Estudiantil Universitaria, pero se afirma también que toda la divulgación política contra Machado pasó por las tribunas de las tabaquerías y en los momentos más agudos del terror, las proclamas circulaban allí de mano en mano.
La lectura era sugerida por los propios tabaqueros, quienes, al entrar el lector ponían encima de la tribuna lo que deseaban que se leyera ese día, que iba desde la prensa plana, las revistas y los materiales de propaganda política divulgados por el Partido Comunista de Cuba, el Directorio Revolucionario, la Federación de Estudiantes Universitarios y el Sindicato Tabacalero, pero donde se incluían además, en los horarios vespertinos clásicos de la literatura y, sobre todo, libros con fuerte contenido referente a las luchas sociales y los movimientos proletarios. ?
Con el triunfo revolucionario la lectura de tabaquería logró el merecido reconocimiento social que desde sus orígenes buscaba y aunque el término ha trascendido como una función de carácter masculino, lector de tabaquería, también las mujeres han estado presentes en esa labor, quienes con su voz agradable, una correcta dicción y entonación adecuada, le saben imprimir a esta labor el signo inconfundible de los nuevos tiempos.
Por todas estas razones, por esa historia tan rica que tiene en Cuba la lectura de tabaquería, hoy ha sido declarada esta como patrimonio cultural de la nación y se aspira a que la UNESCO la reconozca, más temprano que tarde, como patrimonio intangible de la humanidad..