Marcelo Pogolotti, un intelectual de cuerpo entero.

Por María de los Ángeles Polo Vega.

A 30 años de la muerte de Marcelo Pogolotti, el Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana le rinde merecido homenaje con un acercamiento a su obra y no solo como pintor, también al intelectual de cuerpo entero que él fue.

Se trata de dos muestras diferentes que se mantendrán abiertas al público hasta el venidero 30 de mayo, en la primera de ellas reúnen cerca de 40 piezas, entre óleos y dibujos que dan fe del espíritu de justicia social que caracterizó la fecunda obra pictórica de Pogolotti, carrera que tuvo que abandonar cuando más prometía, a la temprana edad de 36 años, a causa de una enfermedad que lo privó de la vista, pero que jamás amilanó su espíritu creador.

Y entre esas obras están, Lavandera planchando, realizada en 1925, cuando apenas tenía 23 años y la última de sus pinturas, Encuentro de dos épocas, del año 1938, pero todas dando fe de una permanente preocupación del artista ante los grandes dilemas que le tocó vivir.

Pogolotti, siempre a la vanguardia, formó parte del movimiento futurista, desafiando el academicismo en las bellas artes y defendiendo sobre todas las cosas, el fomento de una pintura con el color, el olor y el sabor verdaderamente nacional y cuando la vista se le nubló definitivamente, buscó caminos nuevos para su creación, se refugió en la literatura, en el periodismo y exploró disímiles caminos buscando la mejor manera de servir.

Por ello, no me sorprendo cada semana con los artículos que publica su hija, la doctora Graziella Pogolotti en el periódico Juventud Rebelde, ella nos habla con conocimiento de causa sobre los variopintos temas que tanto nos atañen como sociedad y recuerdo aquel añejo refrán de que “ de cerca le viene al galgo”. La Pogolotti tuvo en su padre al paradigma, al creador insaciable, al hombre interesado siempre en los problemas que afectan a los otros hombres.

Homenaje a Marcelo Pogolotti en el Museo Nacional de Bellas Artes de la Habana, a 30 años de su muerte, con un acercamiento a la obra pictórica y literaria de un intelectual de cuerpo entero.

31 de marzo, un día de celebración.

Por María de los Ángeles Polo Vega.

Si una fecha marca un antes y un después, esa es la del 31 de marzo de 1959, apenas habían transcurrido tres meses del triunfo revolucionario y Fidel Castro, conocedor del valor transformador que tiene la cultura, rubricaba ese día, la ley #187 del Gobierno Revolucionario que aprobaba la creación de la Imprenta Nacional de Cuba, institución que tendría como primer director nada menos que a Alejo Carpentier, un insigne intelectual y como lema, la máxima fidelista de “No le pedimos al pueblo CREE, le pedimos LEE”.

Fue el propio Fidel quien sugirió que el primer libro que se publicara fuera El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes y Saavedra, obra cumbre de las letras españolas, en una edición de un millón de ejemplares que se vendió por el valor simbólico de diez centavos.

A partir de ahí el impulso fue colosal, cerca de un millón de nuevos potenciales lectores entre la cantidad de cubanos que serían alfabetizados y que descubrían la lectura como inagotable fuente de placer y conocimientos , hicieron posible otra revolución dentro de la revolución.

Se editaban por miles a los más importantes autores de la literatura universal, nombres como Balzac, Víctor Hugo, Marcel Proust, Hemingway, el propio Carpentier, Neruda, Martí y Guillén eran presencia cotidiana en cada hogar cubano junto a muchos otros autores clásicos o nuevos, que fueron surgiendo dentro y fuera del país.

Incluso en momentos muy críticos, como los del llamado Período Especial, cuando desaparecían las publicaciones periódicas por carencias de papel, se buscaban alternativas, pero nunca nos faltó un buen libro, esos que al decir de José Martí, consuelan, calman, redimen.

Fue precisamente en ese contexto cuando nacieron y se multiplicaron en Cuba las fiestas de los libros, espectaculares eventos que vinculan a la literatura con las más variadas formas de creación artística y que hacen de cada una de sus ediciones, el mayor suceso cultural del país, incluso en tiempos como estos, en los que reina internet.

Por ello, entre muchas otras razones, cada 31 de marzo es para los cubanos motivo de celebración, es el día que celebramos al libro, pero celebramos también la mejor lección de dignidad y de respeto que pueda tener un pueblo, el derecho y la oportunidad de conocer los más valiosos tesoros que tiene la humanidad: la cultura.

Maiakovski, el fruto más expresivo de la revolución bolchevique.

Por María de los Ángeles Polo Vega.

La Revolución Rusa, no sólo fue el derrocamiento de un sistema político, económico y social, obsoleto y abusivo, fue también el fin de una época y una profunda transformación en los conceptos y valores del arte y la estética de entonces.

Y si un intelectual se identifica con esta Revolución, ese es, Vladimir Maiakovski, el poeta ruso cuya obra es símbolo genuino de la poesía innovadora del siglo XX.

Su odio visceral al universo burgués y su combativo espíritu revolucionario está presente en toda su obra desde aquellos primeros poemas escritos en su primera juventud.

La bofetada a gusto del público y la tragedia Vladimir Maiakovski (1913). En 1915 publicó el libro de poemas La nube con pantalón y un año después, La flauta-columna vertebral. Del mismo año que la Revolución Rusa son las premoniciones de El hombre (1917), en la que colaboró redactando eslóganes revolucionarios.

Maïakovski se dedicó a promocionar por el mundo la Revolución rusa y lo hizo a través de elementos prácticos de propaganda, como carteles, afiches y argumentos para películas. También fue uno de los editores de la revista LEF (Levy Front Iskusstv o Frente de Izquierda de las Artes),publicación que trató de congregar toda la vanguardia artística soviética.

Valiente, ingenioso, brillante polemista, talentoso pintor y artista de cine, Vladimir Maiakovski brilló de manera excepcional, defendiendo siempre su posición revolucionaria.

A cien años de aquella Revolución que estremeció el mundo, CubaPoesía le rinde homenaje, compartiendo con sus lectores algunos de los poemas de Vladimir Maiakovsk, el llamado "representante plenipotenciario" del comunismo ruso en el extranjero.

Vladimir Ilich, Lenin

(Fragmentos)

Es tiempo
comienzo
el relato sobre Lenin.

No porque
no haya pena
más grande,
es tiempo
porque
la honda tristeza
sea ya
dolor claro y consciente.

Tiempo,
vuelve
a flamear los lemas leninistas.

¿Es justo
derramar
lágrimas y lágrimas?

Lenin sigue siendo
el hombre
más vivo entre los vivos. Es
nuestra sabiduría,
nuestra fuerza
y el arma que blandimos.

Los hombres son como barcas,
aunque sin agua.

Mientras
vivimos
se nos pegan
a los costados
muchos
caramujos sucios.

Y después,
sorteada ya
la tempestad furiosa,
te sientas
bajo el rayo del sol
y te quitas
la barba verde
de las algas
y la barba lila
de las anémonas.

Yo también
me limpio
para semejarme a Lenin
y seguir remando
por la revolución.

(…)

La calle
parece una herida abierta…

Aquí
cada piedra
pisada
por los primeros ataques de octubre,
conoce a Lenin.

Aquí
todo
lo que cada bandera
ha embellecido,
fue comenzado
y ordenado por él.

Aquí
cada torre
ha oído a Lenin
y lo habría seguido
a través del fuego y del humo.

Aquí
cada obrero
sabe quién es Lenin:
exponed los corazones
como ramas de abetos.

Nos llevaba al combate,
anunciaba las conquistas,
y así
el proletariado es dueño de todo.

Aquí
cada campesino
ha inscrito
en su corazón
el nombre de Lenin
con más ternura que en las calendas de los santos.

(…)

La seda de las banderas flameantes
se inclina,
para rendir
los últimos honores:
"Adiós, camarada,
has terminado
tu honrado y valiente camino"

Horror.
Cierra los ojos,
no mires,
como si andases
sobre una cuerda de seda.

Como si
por un instante
estuvieses
a solas
con una inmensa
y única verdad.

Soy feliz.
El agua sonora de la marcha
lleva
su cuerpo sin peso.


que en adelante
y para siempre,
ese momento
vivirá
en mí.

Feliz
de ser
una partícula de esta fuerza
que tiene en común
hasta las lágrimas de los ojos.

Imposible
que la comunión
en el inmenso sentimiento
llamado
clase,
sea más fuerte,
más pura.

(…)

Y la muerte
de Ilich
fue
un gran
aglutinador de comunismo.

Por encima de los troncos
de un enorme bosque,
millones
de manos
sosteniendo su asta
-la Plaza Roja-
la bandera roja
se eleva,
arrancándose
con una terrible sacudida.

De esa bandera,
de cada uno de sus pliegues,
nos llega,
vivo de nuevo,
el llamamiento de Lenin:

-¡En fila,
proletarios,
para el último cuerpo a cuerpo!
¡Esclavos,
enderezad
vuestras rodillas hincadas!
¡Ejército de proletarios,
adelante y en orden!
¡Viva la revolución
alegre y rápida!
Ésta
es la única
gran guerra
de todas
las que la historia ha conocido.

Este magistral poema completo, fue escrito por Vladímir Maiakovski en 1925 al conmemorarse el primer aniversario de la muerte de Lenin.

* * * *

La nube en pantalones


A vuestros pensamientos que sueñan
sobre sus sesos reblandecidos como un gordo lacayo
sobre un sofá grasiento quiero irritarlos
con un jirón sangriento de mi corazón,
me burlaré hasta hartarme, mordaz y atrevido.

¡No tengo en el alma ni una sola cana
ni tampoco hay en ella ternura senil!
Ensordeciendo al mundo
con el poder de mi voz avanzo hermoso,
con mis veintidós años de existencia. ¡Los delicados
tocan el amor con tiernos violines!
Pero el rudo se sirve de timbales.
Prueben, como yo,
a darse vuelta como un guante y ser todo labios.
Salga a aprender
desde su sala de batista
la ceremoniosa funcionarla de liga angelical.

Y también la que hojea en silencio sus labios
como una cocinera un libro de recetas.

Si lo desean
comeré carne hasta ponerme rabioso
-y, como el cielo, mudaré de tonos-; si lo desean
seré impecablemente tierno.
No un hombre,
¡sino una nube en pantalones!

No creo que exista una Niza florida.
Por mi conducto otra vez serán loados
todos los hombres que yacen como un hospital
y todas las mujeres gastadas como un refrán.

La nube en pantalones es uno de los poemas más representativos de Vladimir Maiakovskï, fue escrito en 1915 bajo el espectro del amor que en aquellos momentos el autor vivía con Lili Brik (a la que Neruda llamaba "La musa de la vanguardia rusa"). Es un poema lleno de versos coloristas, que nos permite descubrir las dos caras del autor a través de sus innumerables metáforas y recursos expresivos, un poema que hizo llorar al mismísimo Gorki, que dijo de él en un artículo: "extravagante, individualista e indisciplinado pero, que guarda tras toda esta estética un cierto talento en alguna parte de su cerebro

* * * *

¡ESCUCHAD!

¡Escuchad!
Acaso, si las estrellas brillan,
¿es que hay a quien le haga falta?
¿Es que alguien quiere que estén?
¿Es que alguien toma estas escupitinas por perlas?
Y a gritos,
entre polvaredas de mediodía,
se abre paso hacia dios,
teme que nadie le espere,
llora,
besa su mano nervuda,
ruega,
¡habrá por fuerza una estrella!
clama,
¡no aguantará este calvario a oscuras!
Y después
anda inquieto,
con expresión de calma.
Le dice a alguien:
«¿Acaso ya no tienes nada?
¿No da miedo?
¡¿Sí?!»
¡Escuchad!
Acaso, si las estrellas
brillan,
¿es que hay a quien le haga falta?
¡¿Es que es preciso
que cada vez que anochece
sobre los tejados
se encienda siquiera una estrella?!

Sobre él ha dicho el investigador español Guillermo de Torre: Maiakovski es al cabo el fruto más expresivo de la revolución bolchevique.

Camilo Cienfuegos

(selección de poemas dedicados al héroe)

por María de los Ángeles Polo.

Nadie describió a Camilo Cienfuegos de manera tan magistral como lo hiciera la escritora cubana Mirta Aguirre. Ocho versos le bastaron a esta poeta para regalarnos la imagen exacta del hombre, del héroe amado por su pueblo, aquel habanero nacido en Lawton el 6 de febrero de 1932, que el destino y la historia han inmortalizado con su traje verdeolivo,

Su amplia sonrisa, su sombrero alón y la magia que convoca cada año a millones de compatriotas para rendirle particular homenaje echándole flores al mar, donde trágicamente desapareciera el 28 de octubre de 1959 se han convertido en leyenda, en verso, en canción.

RETRATO

Dímelo, dímelo, dilo:
¿cómo era Camilo?

Capitán tranquilo,
paloma y león,
cabellera lisa
y un sombrero alón;
cuchillo de filo;
barbas de vellón,
una gran sonrisa
un gran corazón.

Mirta Aguirre

Nicolás Guillén, nuestro Poeta Nacional, al conocer la noticia de la desaparición física de Camilo Cienfuegos también dedicó al Héroe estos sentidos versos.

CAMILO
I

Jinete en el aire fino,
¿dónde estará, dónde cayó,
el comandante Camilo,
que no lo sé yo?

Entre la tierra y el cielo,
¿adónde fue donde voló
el comandante Cienfuegos,
que no lo sé yo?

II

Sin cruz vino la muerte,
sin sepultura, nada.
Un rayo apenas de luz inerte,
su vacía, su redonda mirada.

(Lentas guitarras de ardor marítimo
llegan llorando a llorar conmigo.
Llegan violetas color obispo:
morado luto mortuorio fijo.
Raudos machetes de amargo filo
y girasoles luto amarillo).

III

Duerme, descansa en paz —dice la mansa
costumbre de las flores, la que olvida
que un muerto nunca descansa
cuando es un muerto lleno de vida.
Ahí viene, avanza el río
de su barba serena.
Suena su voz, su permanente voz resuena,
arde en la patria pura un gran fulgor de estío.
Se oye ¡Partir!, que ordena
y partimos. ¡Avanzar!, y avanzamos.
Todos lo mientan, dicen:
—Puño de piedra, resplandor de paloma,
el aletear del corazón te damos;
oh joven padre, toma
nuestra violenta sangre en peso: ¡Vamos!

Nicolás Guillén

Otros poetas y cantores convirtieron en imágenes el recuerdo del héroe que ha trascendido en el tiempo no solo por su pose de guerrero legendario, también por los recuerdos que supo dejar entre sus amigos de infancia y juventud, por su pasión por la pelota, por su sensibilidad por las artes, cuyos estudios tuvo que abandonar en la Academia de San Alejandro para convertirse en aprendiz de sastre y ayudar económicamente a la familia, por su solidaridad hacia los niños de la España republicana para los que guardaba cada centavo que sus padres le daban diariamente para la merienda escolar…por las novias que quedaron esperándole, por los encendidos versos con los que cerró su última alocución al pueblo…

Si deshecha en menudos pedazos/llega a ser mi bandera algún día/ nuestros muertos alzando los brazos/ la sabrán defender todavía.

Por todas estas historias acunadas en el alma, Camilo ocupa un sitial especial en el altar de la patria.

CAMILO

Cuando pinté una sonrisa
los muchachos del barrio
me vinieron a ver.

Qué gusto de pinceles
en el fulgor de la sonrisa.

No tuve que explicar nada.
Guardé silencio.

Los ojos de los niños,
en la lejanía.

Antonio Hernández Pérez

A CAMILO CIENFUEGOS

Para qué rebuscar en el idioma
la palabra elegante ni escogida,
es mejor que la sangre de tu herida
le gane al mundo su mejor diploma.

De la palma en lo alto de la loma,
de la flor de la montaña erguida
y de la grande que encanó tu vida
es donde el genio su lenguaje toma.

Porque tu nombre celestial Camilo
es muy grande y no cabe en el estilo
del molde estrecho que el parnaso encierra.

Pasarán muchos siglos todavía
y cuando llegue de tu fecha el día
habrá luto y dolor sobre la tierra.

Noel Guzmán Boffill

Bruno Rodríguez: «El gobierno de EEUU cierra y Cuba abre».

El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, anunció en Washington que a partir de enero próximo la isla pondrá en vigor nuevas regulaciones migratorias. "El gobierno de Estados Unidos cierra y Cuba abre", afirmó el canciller en referencia a recientes medidas adoptadas por la administración norteamericana como la reducción del personal en las embajadas en las capitales de ambos países, con lo cual se suspendió la entrega de visas estadounidenses en Cuba.